No solo de pan...
Patente de Corso
Un héroe de nuestro tiempo.
Ahí sigue, el tío. Aún no se ha vuelto un mercenario de la tiza,
de esos que entran en el aula como quien ficha donde ni le va ni le
viene. Tal vez porque todavía es joven, o porque es optimista, o porque
tuvo un profesor que alentó su amor por las letras y la Historia, cree
que siempre hay justos que merecen salvarse aunque llueva pedrisco rojo
sobre Sodoma. Por eso, cada día, pese a todo, sigue vistiéndose para ir
a sus clases de Geografía e Historia en el instituto con la misma
decisión con la que sus admirados héroes, los que descubrió en los
libros entre versos de la Ilíada, se ponían la broncínea loriga y el
tremolante casco, antes de pelear por una mujer o por una ciudad bajo
las murallas de Troya...Artículo completo
Comentarios
Publicar un comentario
Si quieres participar en el Blog, puedes dejar aquí tus comentarios